Uno de los principales aspectos que valoro en un estudiante es su motivación, eso me habla mucho de su personalidad, sus valores, anhelos, su visión del mundo, independientemente del instrumento, programa o frecuencia que tome. Por eso prefiero que la inscripción siempre de pie a una entrevista, a una audición, a una conversación previa al dictado y que no se reduzca a un cuestionario o una transacción financiera.
Cada individuo es único y tiene su propio ritmo de avance; por eso desde la antigua normalidad siempre he preferido trabajar en modo individual o con grupos reducidos de edad y conocimientos similares para evitar la tendencia de las clases masivas a diluir la personalidad del individuo.
Considero que la experiencia educativa debe ser dinámica, sobre todo en las artes, por eso siempre procuro enriquecerla con momentos de ejercicios, técnica, teoría, o incluso colorear.