A lo largo de mi experiencia de más de 20 años como concertista y profesora de flauta travesera y de mi trabajo con alumnos y en los escenarios, me he dado cuenta de que existen muchas razones por las que puedes sentir ansiedad en público cuando interpretas con tu instrumento. Si comprendes mejor cada una de las razones te será más fácil encontrar un camino para controlar y resolver tu miedo.
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En el aprendizaje de la música tomamos muchas veces como modelo un standard muy alto y esto supone que a menudo sufrimos de considerables niveles de exigencia y de sensación de fracaso que nada tienen que ver con el objetivo de la música en público: la comunicación.
El miedo escénico puede originarse a partir de eventos del pasado en los que recuerdas la interpretación como desencadenante de ansiedad, humillación o embarazo. Si haces memoria, te darás cuenta de que tus experiencias positivas con la música a menudo han sucedido en un buen ambiente, en casa más que en la escuela, mientras escuchas más que cuando tocas y con la familia o los amigos más que con un profesor ¿Verdad?
Tocar obligado/a delante de los demás, ser criticado/a, haber recibido burlas en el pasado… podría conducirte a sentirte ansioso/a. Para reconducir este miedo, en el momento de la interpretación, debes fomentar tu fuerte deseo de reproducir la sensación interior de las experiencias musicales positivas que ya conoces.
Valora cada pequeño avance personal y lo que has disfrutado interpretando. La música y el arte no son una competición, aunque a veces el entrenamiento que recibimos puede equipararse al del deporte. Cada vez que te expones en público es un logro y motivo de aprendizaje para mejorar la próxima vez.
Muchas veces la evaluación musical en conservatorios y escuelas de música se basa en las opiniones de los profesores y profesoras, a quienes se permite firmar sentencia. Pero en música, las decisiones finales no se pueden verificar siendo ciertas o equivocadas. Los juicios de un profesional están basados en su propio aprendizaje y en las evaluaciones subjetivas que otros/as profesionales han hecho sobre ellos. He aquí por qué no deberías verte minimizado/a por la opinión de un/a profesor/a o de alguien más, ya que los jueces externos pueden ser extremadamente subjetivos.
Lo más importante es que sientas que has aprendido y te has preparado suficientemente. Y prepararte para interpretar en público no sólo comporta ser capaz de tocar la pieza técnicamente. Una buena interpretación debe ser imaginativa y expresiva, sin ansiedad. En una situación estresante, los nervios y la ansiedad pueden eliminar las “micro-variaciones” expresivas de tu interpretación. Puedes mejorar la expresividad a través de la práctica, pero ten siempre en cuenta que es una habilidad separada del dominio técnico.
El dominio técnico es una cuestión de trabajo, pero esto no significa que solamente si trabajas regularmente te convertirás en un/a intérprete confiado/a. Lo que te mantendrá relajado/a y cómodo/a es el placer y la sensación de plenitud que la flauta travesera te da. Encontrar la práctica fácil y placentera, disfrutar de la música todo el tiempo, te va a conducir a que poco a poco vayas dejando atrás la ansiedad en la interpretación pública.