Hay tres actividades básicas que todos los seres humanos deberíamos aprender a hacer en algún momento de nuestras vidas; montar en bicicleta, conducir un carro y aprender a nadar, pues además de usarlos en nuestra cotidianidad nos pueden salvar la vida.
Esta creencia viene de siglos atrás pues en la antigua Grecia y Roma se llamaba inculto o analfabeto a las personas que no sabían nadar. Pero ¡tranquilo! estamos en otro siglo y si no sabes nadar, quieres mejorar tu técnica o comenzar a practicar este deporte, aquí te contamos todo lo que tienes que saber y dónde conseguir a los mejores profesores particulares de natación.
Beneficios de la natación
La natación es un deporte recomendado para todo público, todos podemos tomar clases de natación a cualquier edad. Y es que nadar está catalogado como una de las actividades físicas más completas del mundo, que no solo trae con su práctica beneficios físicos, sino también psicológicos.
Te contamos algunos de los beneficios de la natación:
- Te permite perder peso de una forma rápida y eficaz: la natación es considerada como uno de los deportes más completos en el mundo, pues puedes perder entre 500 a 600 calorías, todo dependerá del tipo y la intensidad del entrenamiento.
- Te ayuda con los dolores de espalda: este deporte ayuda a reducir o tratar las afecciones físicas como hernias, lumbalgia o problemas de cadera.
- Aumenta tu resistencia: según los expertos cuando alguien practica natación trabaja dos tercios de los músculos de todo su cuerpo, por lo que con su práctica continua potenciará la flexibilidad, fuerza y resistencia, asimismo, ayuda a incrementar la capacidad pulmonar y a fortalecer los huesos.
- Mejora tu sistema circulatorio: la natación es conocida por ser la ayuda perfecta a la hora de aliviar las varices, las piernas cansadas o disminuir la retención de líquidos debido a que con el movimiento de nuestro cuerpo y por consiguiente del agua, esta realiza un leve masaje activando la sangre, mejorando así la circulación sanguínea y su drenaje.
- Reduce la rigidez de tu cuerpo: cuando se nada con regularidad las articulaciones y los músculos se tonifican, dándole a este más flexibilidad y reduciendo su rigidez.
- Reduce el riesgo de lesiones en las articulaciones: al realizar ejercicio bajo el agua, se minimiza el esfuerzo que normalmente sufrirás al hacerlo en tierra, sin carga articular se reduce el riesgo de sufrir lesiones o fricciones entre las articulaciones.
- Te ayuda a combatir enfermedades: la natación como terapia resulta beneficiosa para las personas que sufren de diabetes o asma, para estos casos siempre es mejor contar con la aprobación de tu médico de cabecera y con el acompañamiento de un experto, un profesor particular de natación. Al ser un ejercicio aeróbico y cardiovascular ayuda a bajar los niveles de colesterol en la sangre, los expertos recomiendan sesiones de 90 minutos seguidos.
- Te ayuda a sentirte mejor: como sucede con cualquier otro deporte, al hacer ejercicio el cerebro libera endorfinas que mejoran el estado de ánimo. Además de esto, estar en el agua ayuda a relajar el cuerpo, reduce el estrés, la tensión.
- Ayuda en el desarrollo de los niños: comenzar a practicar natación a temprana edad es una muy buena opción para los pequeños, pues les ayudará a mejorar sus habilidades motoras y reflejos. Además si se practica constantemente, ayudará a activar los dos hemisferios cerebrales y los cuatro lóbulos que hay en él, ayudándolos a tener una mayor cognición y facilitar el proceso de aprendizaje.
- Es un deporte ideal para las personas de la tercera edad: a cualquier edad se puede hacer natación, y si es durante la tercera, resulta ser muy beneficioso y poco riesgoso, pues no genera un impacto directo o desgaste en las articulaciones, ayuda a mejorar la memoria y la concentración y fortalece los huesos.
Estos son algunos de los múltiples beneficios que trae consigo practicar la natación, como ves nadar diariamente resulta un ejercicio completo, adecuado y eficaz para cualquier objetivo que tengas, ya sea bajar de peso o tonificar tu cuerpo. Como lo dijo Michael Phelps, considerado el mejor nadador en toda la historia y ganador de 23 medallas de oro en los Juegos Olímpicos: “No he levantado una sola pesa en toda mi vida”.
Mitos falsos sobre la natación
Al ser un deporte tan popular y practicado por millones de personas en el mundo, es normal que alrededor de la natación circulen muchos mitos. Es por esto que hoy vamos a desmentir los rumores más conocidos sobre esta práctica para que de una vez por todas te motives y comiences con tus clases de natación.
- “¿Si tengo asma no puedo practicar natación?”
Este mito es falso, de hecho la natación resulta ser beneficiosa para las personas con esta afección, pues según algunas investigaciones su práctica mejora la función pulmonar al fortalecer el diafragma al momento de respirar, además reduce el estrés ayudando a darle manejo a los episodios asmáticos. ¡Las personas con asma deben tener precaución, pero sí pueden practicar natación!
¿Sabías que el % de asmáticos que practican natación sobrepasa el 20% entre todos los deportes de alto rendimiento como el ciclismo o el ski? De hecho, existen muchos deportistas conocidos con asma, como David Beckham jugador de fútbol, Paula Radcliffe maratonista o en este caso nadadores reconocidos como David Meca y Amy Van Dyken, ganadora de seis medallas de oro Olímpicas.
- “¿Si nado con las manos abiertas cojo más agua?”
Falso, muchas personas creen que si nadan con las manos abiertas agarran más agua, pero lo cierto es que como el ser humano no tiene piel entre los dedos no servirá de nada. ¡Las manos siempre deben estar relajadas con los dedos pegados!
- “Le tengo miedo al agua, no a nadar”
La realidad es que las personas le tienen miedo a ahogarse, no al agua, este elemento no hace daño alguno. Si este llegara a ser tu caso, el acompañamiento de un profesor particular de natación será la solución ideal, pues superarás el miedo mientras aprendes y te ejercitas.
- “No hay riesgo alguno al hacer natación”
A pesar de que la natación recreativa no requiere algún tipo de preparación específica, hay que contar con el acompañamiento de un profesional en esta disciplina. Este profesor particular, además de enseñarte las técnicas de nado y respiración pertinentes, te cuidará y te ayudará a prevenir algún tipo de accidente o lesión que pueda ocurrir cuando estén bajo el agua.
- “¿Los nadadores nunca suben de peso?”
Como sucede en cualquier deporte, todo ejercicio físico está directamente vinculado a una buena alimentación. Sin embargo, el aumento de peso no necesariamente está ligado a una mala nutrición, sino también al aumento del músculo y no de la grasa corporal. ¡El peso es relativo!
- “Entre más ajustado tenga mi traje de neopreno, mejor”
Esta es una creencia popular que puede resultar peligrosa, lo cierto es que el traje le debe dejar al músculo realizar los movimientos con naturalidad y debe permitir movilidad absoluta, en especial en los hombros.
- “¿Nadar en el mar es malo?”
Mito falso, no importa el tipo de agua en el que se nade, de hecho el nivel de salinidad del agua del mar hace que el cuerpo flote mejor, lo que sí se debe tener en cuenta a la hora de nadar en el mar es el respeto. Respeto por la vida marina, el comportamiento del mar y por las normas que cada playa tiene.
- “¿Puedo nadar después de comer?”
Quien no le escuchó decir a su mamá “no te puedes meter a la piscina hasta que reposes media hora”, seguramente todos lo escuchamos en nuestra infancia y es que se creía que si comias y en seguida te metías a la alberca, te daría un calambre y morirás ahogado.
Lo cierto es que este mito es falso, pues según los nadadores profesionales nunca compiten con el estómago vacío, todo lo contrario, se aseguran de comer la cantidad de alimento suficiente para obtener la energía necesaria y así tener un buen desempeño en la piscina.
Los expertos aseguran que tenemos suficiente sangre para que todas las partes de nuestro cuerpo continúen funcionando (así hayamos comido y nuestro corazón bombee una gran cantidad de sangre a nuestro estómago para llevar a cabo la digestión). ¡Te puedes meter a la piscina sin reposar siempre y cuando no estés demasiado lleno o fatigado!
Nada sin miedo, fundamentos básicos de la natación
Según el Centro para el Control y Prevención de enfermedades de Estados Unidos el 37% de los adultos no puede nadar la longitud de una piscina de 22 metros, otras cifras revelan que 1 de cada 5 personas en España nunca aprendió a nadar y en francia 1 de cada 6.
Asimismo, un informe publicado por la Asociación de Natación Amateur reveló que 9 millones de personas en Inglaterra nunca aprendió a nadar o como el caso de Uruguay, en donde según la Sociedad Uruguaya de Pediatría el 98% de los niños no sabe nadar. Sin importar el país, estas preocupantes cifras van en aumento tanto en niños como en adultos.
¿Sabías que el actor Will Smith reconoció a sus 44 años de edad que nunca había aprendido a nadar?
Como ves, no saber nadar es más común de lo que piensas y no debería ser motivo de vergüenza, por eso aquí te enseñamos los tipos de nado básico que existen y su técnica. ¡Pero recuerda que siempre será pertinente el asesoramiento de un profesor particular de natación!
Entonces ¿cómo aprender a nadar desde cero? Existen 4 tipos de nado estos son: Crol, Espalda, Braza o Pecho y Mariposa. Aprender la técnica de estos 4 estilos es indispensable ya sea para nadar como ocio o entretención, práctica deportiva o para prevenir una situación de riesgo bajo el agua.
- Crol: es uno de los estilos más populares y conocidos pues es el primero que se suele enseñar. Una vez la persona aprende a flotar, el nadador debe pasar a una posición ventral (boca abajo) y combinarla con las brazadas, alternándose entre el brazo derecho e izquierdo. A este estilo se le añade el movimiento de las patadas cuando se quiere aumentar la velocidad bajo el agua.
- Espalda: o también conocido como Crol de Espalda, consiste en ponerse de forma dorsal es decir, de espaldas y efectuar los mismos movimientos con los brazos y piernas para hacer de manera consecutiva brazadas y patadas.
- Braza o pecho: es el estilo más antiguo y lento de todos, se trata de nadar de la forma más natural posible que nos permite el cuerpo humano, es decir, en posición ventral tanto los brazos como las piernas efectúan un movimiento rítmico y consecutivo a la par. Algunos profesores de natación lo llaman “nado de rana”, pues se efectúa el mismo movimiento que realiza uno de estos anfibios al momento de nadar.
- Mariposa: este es uno de los tipos de natación más complejos de aprender y uno de los más modernos, pues esta variante se dio a conocer en el mundo en la época de los años 50 como una variante al estilo Braza. En posición central, el nadador debe realizar movimientos con los brazos y piernas al mismo tiempo, de aquí su dificultad, pues mientras las extremidades inferiores se mueven, las superiores realizan las brazadas de manera simétrica, con los dos brazos al mismo tiempo y para lograrlo se necesita de más fuerza, impulso y coordinación.
Técnicas de respiración: Ejercicios para entrenar la respiración bajo el agua
Saber respirar bajo el agua es fundamental para desarrollar una buena rutina y obtener los mejores resultados. Te contamos la técnica de respiración para cada estilo de natación y algunos consejos adicionales para aumentar tu capacidad pulmonar:
- Técnica de respiración para estilo Crol: sin sacar lo menos posible la cabeza del agua, toma aire en dirección hacia el brazo que esté ejecutando la brazada, luego se debe expulsar antes de tener la cabeza de nuevo bajo el agua. Se repite según la periodicidad que desees por ejemplo, cada tres brazadas.
- Técnica de respiración para estilo Braza o Pecho: cuando tu cabeza se encuentre completamente fuera del agua, recoge aire en cada brazada, suéltalo bajo la superficie cada vez que des las patadas. Su periodicidad se lleva a cabo cada vez que tu cabeza emerge.
- Técnica de respiración para estilo Espalda: por obvias razones este es el único estilo en el que tu rostro siempre estará fuera del agua, por lo tanto puedes inhalar y exhalar en cualquier momento. Pero ahí está la clave, pues debes elegir el ritmo ideal que optimice la oxigenación de tu cuerpo y así tener mayor resistencia.
- Técnica de respiración para estilo Mariposa: en este estilo no es necesario respirar cada que das la brazada, puede hacerse cada dos ciclos de brazadas, aunque muchos nadadores lo hacen cada uno. Cuando ejecutas la brazada debes iniciar la elevación de la cabeza para que la cara quede por fuera y así lograr tomar una nueva bocanada de aire.
También existen diversas técnicas y ejercicios de respiración generales para mejorar la capacidad pulmonar que tiene cada persona como por ejemplo hacer apneas. Puedes realizarlas en el receso de cada ejercicio o entregarlo al nado.
Para ello, debes aguantar el aire bajo el agua en determinadas frecuencias, puedes hacer 4 series de 20 a 30 segundos debajo del agua, con descansos de 45 segundos entre cada una. Si ya te sientes todo un maestro puedes intentar hacer respiraciones nadando entre 4 a 5 brazadas.
Asimismo, puedes hacer otro tipo de ejercicios de baja dificultad como abrir la boca bajo el agua, La idea es introducir tu cara bajo el agua y abrir tu boca sin inhalar o exhalar aire, así no entrará un gota de agua a tu garganta y de esta manera aprenderás a bloquear tus vías respiratorias.
Como el anterior, existe otro muy buen ejercicio para mejorar tu capacidad pulmonar y este consiste en soplar con la boca bajo el agua. Lo único que debes hacer es tomar aire, soplar despacio por la boca fuera del agua y sin parar, introducir tu rostro para terminar haciéndolo dentro de ella.
No olvides que practicar cualquier tipo de deporte, tiene sus beneficios. Además de ayudarte a mejorar tu condición física, será útil para tener una vida diaria más llevadera.
Parecen fáciles estos ejercicios pero la verdad es que requieren de mucha concentración y tranquilidad, pues a veces las personas tienden a hiperventilar por miedo. Recuerda que siempre será de gran ayuda contar con un profesor de natación que te pueda acompañar y dar muchos más “tips” y ejercicios para aprender a manejar la respiración bajo el agua.
Natación para niños: ¿A qué edad puedo llevar a mis hijos a clases de nado?
¡Saber nadar es como montar en bicicleta, una vez lo aprendes nunca se te olvida! Es por esto que enseñar a nadar a nuestros hijos a una temprana edad no solo lo estimulará física y mentalemente, sino también, llevará consigo un conocimiento que lo podrá emplear por el resto de su vida.
Estos son algunos de los beneficios que trae para los niños aprender a nadar:
- Mejora la resistencia y la condición cardiovascular.
- Mejora la coordinación y la capacidad de dimensionamiento del espacio.
- Incrementa la fuerza.
- Desarrollo temprano de habilidades psicomotrices.
- Mejora y amplía la capacidad pulmonar y de todo su sistema respiratorio.
- Estimula su apetito.
- Lo ayuda a dormir mejor.
- Refuerza su seguridad y autoestima.
- Aumenta la independencia.
- Se divierte, aprende y socializa.
- Aprenderá a prevenir y actuar ante cualquier incidencia bajo el agua.
La Academia Americana de Pediatría aconseja a los padres de familia que los niños comiencen a tomar clases de natación a partir del primer año de vida. “Aprender a nadar es una actividad maravillosa para disfrutar en familia. Por ello, recomendamos a los padres que pregunten a su pediatra si considera que sus hijos ya están listos para comenzar a tomar clases de natación. Y en caso afirmativo, acudan a instructores experimentados y bien capacitados”, aseguraron en las recomendaciones sobre prevención de ahogamientos infantiles.