Clases particulares online, ¿son mejores o peores?

La pandemia degeneró mucho el proceso de aprendizaje para los estudiantes. Los profesores no teníamos la preparación en las famosas TIC y los alumnos nunca se habían encontrado con la idea de ser sus propios monitores.

Personalmente, considero el rol del docente como un rol moderador, entre aquel conocimiento elevado que los estudiantes necesitan aprender y el mundo que los estudiantes habitan. Encontrarnos en el centro y establecer el rango de medición entre aquello que ambos conocemos.

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Por supuesto, hay una afectividad, una cercanía; elementos no verbales que afectan indudablemente en el proceso de aprendizaje y en cómo los alumnos se preparan para recibir, comprender y utilizar el conocimiento. Ese afecto, que es increíblemente importante cuando aprendemos, que la mayoría de los padres subestima, se vio mermado por la pandemia dirigiendo la escolaridad a una actuación online, al mismo tiempo que el control de grupo (el moderador del aprendizaje y la participación del grupo curso).

Muchos cuidadores se vieron en la obligación de contratar de manera online (o presencial) profesores particulares. ¿Cómo afectó la relación profesor alumno que las clases particulares fueran online?

Debo decir que, si bien fue disruptivo no poder tener esa conexión que da el estar cara a cara, en mi caso y con quienes trabajé, la relación se hizo más estrecha, los padres comprendieron mucho mejor el proceso de aprendizaje de sus hijos, en especial para aquellos que comenzaban la lectoescritura.

Aquí les dejo una lista de los beneficios de las clases online:

  1. La conversación con padres y cuidadores se hizo más profunda. Éramos un grupo entre alumnos, cuidadores y profesores. Todos manejando los mismos contenidos y cómo se abordarían.
  2. Se creó un hábito diario de aprendizaje. (Desafíos diarios y de fin de semana) donde incluso participaba toda la familia.
  3. Se motivó a los estudiantes a la autorregulación, de sus desafíos, así como el uso de app, o juegos online cuando correspondía.
  4. La tecnología fue un puente que moderó el aprendizaje (Prácticas).
  5. El aprendizaje se volvió proyecto. Si la afectividad no puede desarrollarse a través de la presencia activa, debía hacerse desde otros espacios. (Todas las clases eran un proyecto).
  6. El material general se enviaba por correo, así como libros (Fue lo que más amaron mis estudiantes)

¿Cómo poner precio a las clases online?
Lasclases particulares onlinese han convertido en una alternativa muy efectiva a la modalidad presencial. Todavía existen muchas p...

El costo de mis clases no cambió, pero sí la metodología, la didáctica y las herramientas. De los 7 alumnos regulares durante el año pasado, solo hubo una cuya modalidad no se adaptaba a lo que deseaba. Sin embargo, fue una experiencia que me llevó a tomar nuevas actualizaciones para el proceso de enseñanza-aprendizaje crítico por medio de la tecnología.

Toda esa tecnología y juegos a la que tanto miedo le teníamos se convirtió en mi aliada, en un moderador para mis estudiantes y un empujón de autonomía que los padres deseaban para sus hijos.

¿Es mejor o peor? Creo que cada una tiene sus ventajas. Personalmente, trabajar online fue y es emocionante, no creo que deje de hacerlo por un tiempo.

¡Cariños!