Siendo muy pequeña, con unos 2 años, mi madre, cada día, me ponía Barrio Sésamo en la televisión. Uno de esos días, estando ella en otra habitación, oyó que alguien cantaba la sintonía de entrada del programa y, al ir al salón, descubrió sorprendida que era yo, tarareándola. Es una imagen que siempre me recuerda.
Años más tarde, decidieron regalarme un Casio PT-87 (que aún conservo), al yo cual yo me pasaba horas enganchada, tocando las melodías que venían grabadas (sin las lucecitas de ayuda) y otras melodías que yo me inventaba o que sacaba de oido. La primera que saqué de oído fue el estribillo de "Walk of life" de Dire Straits, porque la ponían mucho mis padres en la cadena de música.
Fue entonces cuando un día, pasando frente al Conservatorio, mi madre me preguntó si quería estudiar piano. A mí me parecía tan divertido que enseguida contesté que sí. Entramos a pedir los papeles de la matrícula (coincidió que era en esa fecha, no sé si por casualidad o porque mi madre ya se había enterado) e hicimos la preinscripción para piano. Nos dijeron que apuntáramos dos instrumentos más, por si no había plazas, y mi madre escribió también violín y acordeón. Pero, finalmente, sí hubo una plaza de piano para mí en el Conservatorio y entré a finales de ese año.
Y así comenzó mi vida musical!