¿Cómo vuelve un profesor particular a la rutina?

Llegó la vuelta al cole, llevas todo el verano temiendo que llegara y quizás ahora hasta le tienes ganas. Ojalá hubiera un pequeño tiempo de adaptación, pero septiembre es un mes en el que hay que darlo todo. Preparar el curso y las primeras clases es algo muy intenso. Revisar el temario, marcar los objetivos y hacer que los alumnos vuelvan a la rutina después de casi tres meses de vacaciones es un gran reto.

Pero tú esto ya te lo sabes, todos los profesores particulares se enfrentan a ello cada año y es difícil e ilusionante a partes iguales. Es bonito reencontrarse con tus antiguos alumnos y emocionante conocer a otros nuevos con otras inquietudes.

A menudo, un nuevo curso supone nuevas rutinas, sobre todo si tenemos que desplazarnos. Los profesores particulares somos dueños de nuestra propia rutina y debemos organizarnos bien.

Por eso mismo es importante que sigamos una serie de consejos que nos harán más fácil volver a la rutina y sobre todo marcarla. Porque muchas veces es más importante encontrar la estabilidad que adaptarse a ella.

Ante todo, evita los agobios y el estrés porque si no piensas demasiado en ello te darás cuenta de que al final la vuelta al cole no es tanto como parece.

Horario fijo

Quizás a principio de curso no tengas tantos alumnos, pero intenta actuar como si los tuvieras. Si estás disponible para dar clase de 8 de la mañana a 8 de la tarde intenta mantener esas horas para hacer cosas productivas como preparar las clases, refrescar conocimientos o para las tareas de la casa. Hasta que se configure tu horario intenta mantener esto.

Para cualquier autónomo es importante intentar configurar un horario, ahora que tienes el control de este configurarlo a tu gusto. Cuando sean tus alumnos los que lo decidan por ti agradecerás haber tenido un rutina previa.

Planifica

Algunos profesores cometen el error de esperar a tener alumnos para empezar a planificarlo todo. Esto puede que te haga empezar a pie cambiado. Es importante que guardes alguna hora al día para planificar tus clases, prepares todo el materia y te hagas una idea de lo que está por venir.

Descansa

Sobre todo hasta que te hagas de nuevo al ritmo de la rutina es importante que en tu horario contemples los descansos y los cumplas. No te excedas en ellos, pero tampoco te los saltes. No descansar no significa ser más productivo, a veces es contraproducente. Tampoco te quedes mirando a las musarañas.

Se realista

Los alumnos empiezan a contactarte y empiezas a configurar tu horario. Ten en cuenta los desplazamientos, los descansos y sobre todo no aceptes clases que no te encajen bien. Intenta respetar los horarios de las comidas y no lo hagas durante los desplazamientos, a la larga te acabará desgastando.

Algunas veces tener pocas horas de clase pero al final nos pasamos todo el día fuera de casa, si estás muy interesado en algún alumno intenta negociar. A veces menos es más, busca siempre la calidad y no la cantidad de tus clases.

Simplifica

En tu cabeza hay una lista de tareas que tienes que hacer cada día y es fácil que esta se convierta en un monstruo gigante que absorba toda tu energía vital y tu felicidad. Intenta sacarla de tu cabeza y ponerla por escrito.

Detalla en una lista todas aquellas cosas que tienes que hacer, marca aquellas que más te cuesta hacer, las que más estrés te generan. Por ejemplo, ir en autobús, y piensa cómo puedes hacerlo más llevadero. Te darás cuenta de que es más simple de lo que parece en tu mente.

Disfruta de lo que te gusta

Quizás ahora mismo nada parezca mejor que estar en la playa o en la piscina. Puede que pese mucho más todas aquellas cosas que no te gustan hacer de tu trabajo, pero intenta centrarte en aquellas cosas que te hacen feliz de tu rutina.

Piensa en los nuevos retos, en aquellas cosas que te ha llevado a ser profesor y si tienes que descuidar un poco tus debilidades durante estas primeras semanas no pasa nada. No te fuerces más de lo necesario.

Objetivos, no propósitos

Tener un propósito para la vuelta de las vacaciones está bien, pero esto hay que materializarlo de alguna manera. Intenta proponerte objetivos tangibles, que puedas realizar cuanto más a corto plazo mejor. Así un conjunto de objetivos te harán cumplir tu propósito.

No te desesperes ni te castigues

Tener una rutina y retomarla es difícil, de hecho muchas personas se pasan el año entero intentando tenerla. La estabilidad es cómoda y nos puede hacer más productivos y felices, pero profesiones como estas suelen ser inestables.

En gran parte depende de ti, pero no te castigues ni te desesperes si no consigues construir tu zona de confort. Es algo perfectamente normal y tarde o temprano llega. A veces, en medio de una semana perfecta llega un día caótico, no te estreses y vuelve a intentarlo al día siguiente como si nada. No rendirse es la clave de todos los trabajos.