El clarinete es un instrumento de música perteneciente al grupo de los aerófonos de viento madera. Normalmente se construye de madera de ébano aunque también se pueden encontrar hechos de otros tipos de maderas o materiales tales como pastas.
En sí, el clarinete es un tubo, en partes cilíndrico y en otras cónico, de lengüeta simple, con siete agujeros y diecisiete llaves; siendo éstas una extensión de los dedos, que al ser accionadas abren o cierran un agujero fuera del alcance de los dedos.
Consta de cinco partes: boquilla, barrilete, cuerpo superior, cuerpo inferior y campana.
« BOQUILLA: se introduce parcialmente en la boca y está provista de una lengüeta o caña que, mediante su vibración, produce el sonido y una abrazadera que sujeta la caña a la boquilla.
La boquilla debe cumplir unos requisitos tales como:
- El asiento donde se adosa la caña debe ser plano
- Los carriles deben ser exactamente iguales en ambos lados, dando una curva perfecta a la parte más alta de la boquilla.
- La parte superior interna de la boquilla debe ser completamente lisa. Si es convexo dará un sonido brillante, mientras que si es cóncavo producirá un sonido oscuro. Todo esto lo podrá variar el clarinetista con su técnica.
- Las paredes deben tener el mismo grosor que sus partes simétricas. Si son estrechas darán intensidad, mientras que si son anchas darán flexibilidad y amplitud de sonido.
- La abertura debe formar un pequeño ángulo con respecto al asiento y debe llegar con suavidad al taladro de la boquilla en su extremo más bajo.
La lengüeta es un trozo de caña de Arundo Donax (un tipo de planta), que se adosa al asiento de la boquilla y se pone en vibración con el aire que introduzca el instrumentista. Esta caña, después de ser cortada de la planta deberá madurar al sol durante tres años aproximadamente. Hoy en día, se hace por secado artificial mediante hornos, con los cuales no se obtienen óptimos resultados.
Cuando la caña ofrece resistencia al ser puesta en vibración se dice que es dura, y entonces habrá que lijarla un poco, siempre en sentido en el que fue cortado originalmente y con unos parámetros específicos; si por el contrario es blanda, es decir, cierra mucho la abertura incluso llegando a taponar la entrada de aire, habrá que cortarla un poco en su extremo.
El sonido que obtenemos en el clarinete depende mucho de las cañas, y éstas, a su vez, dependen del clima de la zona, variando por completo según la humedad que haya en el ambiente.
Es necesario decir que las cañas son las partes más frágiles del instrumento y que antes de ser utilizadas es necesario humedecerlas para que vibren de una forma más homogénea y obtengan el sonido deseado.
La abrazadera sirve para sujetar la caña a la base de la boquilla, evitando así que se escape el aire por el asiento. Existen varios tipos de abrazaderas, tales como: de metal, de plástico, de cuero, de hilo enroscado,…
A la hora de poner la abrazadera habrá que tener en cuenta que la caña quede libre pudiendo vibrar con la mayor facilidad posible; esto se consigue colocando la abrazadera de tal forma que quede un poco por debajo del ancho de la caña (parte inferior o más gruesa de la caña) también habrá que tener en cuenta la fuerza con la que se aprieten los tornillos de la abrazadera, ya que si suena mucho aire será que habremos apretado poco los tornillos de ésta.
A parte de estos tres elementos, en ocasiones se dispone de otro más en la parte superior externa de la boquilla llamado compensador, el cual, consiste en un pequeño parche sobre el cual descansarán los incisivos superiores a la hora de introducir la boquilla en el interior de la boca del instrumentista, evitándose así un desplazamiento de los dientes durante la ejecución de cualquier pasaje y aumentará la cavidad bucal, mejorando así la resonancia del instrumento.
« BARRILETE: es la parte que une la boquilla con el cuerpo superior del clarinete. Existen de distintos tamaños (por lo general oscilan entre los 64 y los 67 mm) variando así la afinación del instrumento. Es imprescindible para afinar el clarinete ya que si lo sacamos alargaremos el tubo y por lo cual el clarinete estará más bajo en afinación y si lo introducimos, el clarinete estará más alto.
« CUERPO SUPERIOR E INFERIOR: en estas dos partes se encuentran los agujeros, los anillos, las llaves y todos los mecanismos que las activan.
Veamos de forma más detallada estos componentes de los cuerpos del clarinete:
- Las llaves son unos dispositivos que actúan a modo de palanca. Su extremo final se denomina cazoleta y sobre ella se asientan las zapatillas, que cerrarán herméticamente los agujeros variando así el sonido producido. Suelen estar bañadas en níquel o con una capa de cromo.
- Los corchos se colocarán en la base de las llaves y eliminarán todo ruido ocasionado por el mecanicismo del instrumento al ser ejecutado. Según sea el grosor de los corchos será la ventilación de los agujeros sobre los que actúen las diversas llaves.
En diversas zonas del instrumento en vez de corchos suelen haber láminas de terciopelo que cumplen con la misma función
- Los muelles son los encargados de provocar el retorno de la llave que ha sido accionada por una fuerza y que en ese momento no actúa sobre ella. Estos muelles deberán tener la misma fuerza en todas las partes del instrumento y pueden encontrarse de distintos tipos dentro del mismo instrumento, siendo los más comunes los de aguja y los de hoja.
- Las zapatillas, accionadas mediante las llaves, hacen la misma función que los dedos sobre los agujeros, pero sobre agujeros a los que los dedos no pueden llegar. Las hay también de distintos tipos: de plástico, de fieltro o de cuero.
Un mal ajuste de las zapatillas puede variar sensiblemente el sonido del instrumento.
« CAMPANA: es la última parte que compone el clarinete y sirve para proyectar el sonido, sobre todo en las notas graves, suavizándo y aportando resonancia y oquedad a éste.