La empresa como entidad dinámica, se mueve y evoluciona en función de cómo se gestiona. Gestionar implica, en tener una visión holística del panorama de la empresa, es decir, la realidad del negocio, y contar las herramientas necesarias para elevar el rendimiento y la productividad de la empresa.
Las finanzas nos ayudan a controlar todos aquellos gastos e ingresos que podamos tener, para la gestión del negocio, ayudando a los directivos contar con información más que relevante en la toma de decisiones, este proceso, permite transformar la realidad a la que se enfrenta la empresa en el día y a día.
A través de las finanzas la empresa se puede ver el comportamiento financiero de una acción determinada y su impacto dentro de la gestión empresarial, en la estructura financiera del negocio, para ello, se realiza escenarios que sean favorables y así mitigar el riesgo.
Una de las herramientas financieras más poderosas a la hora de administrar las finanzas, es el presupuesto. Mediante este instrumento se organiza y diseña e implementa estrategias al momento de planear los ingresos, gastos e inversiones. El presupuesto debe ser el plan financiero que nos ayuda a cumplir las metas y objetivos previamente determinados, para ello, se expresa, las diferentes actividades a realizar en valores y términos financieros, cumpliendo tiempos previamente determinados, dentro de condiciones internas y externas en nuestra economía.
Por último, la definición del éxito financiero deseable es: la maximización del beneficio con recursos limitados.