Todos lo hemos oído alguna vez o lo hemos recomendado, ya seamos estudiantes o profesores de inglés: hemos de consumir contenido audiovisual en inglés con los subtítulos en inglés. Para aprender más, claro.
No voy a negar que el aprendizaje es mayor, pero personalmente, tengo una visión que difiere un tanto de la idea general que a este respecto tiene la mayoría de la gente.
Como profesora de inglés, suelo recomendar a mis estudiantes que, desde el minuto cero de su aprendizaje, consuman contenido en inglés. Todos coincidiremos en que es fundamental para hacer oído.
Exportar el aprendizaje a nuestro tiempo de ocio
No hablo de hacer un ejercicio de listening durante una clase, sino de exportar el aprendizaje también a nuestro tiempo de ocio.
La tradición española de doblaje juega un poco en nuestra contra, por eso, suele dar «pereza» recurrir a la versión original de una serie o de una película y, ni te cuento ya, lo de tener que poner los subtítulos. No obstante, es un espíritu que tenemos que cambiar, si queremos aprender un idioma.
Pero volviendo a lo del subtitulado, cuando estamos en los primeros estadios del aprendizaje de un idioma, mi consejo es que no tengamos que elegir entre disfrutar de la experiencia y aprender más, esto es, es preferible ver el capítulo de una serie que nos gusta, con el audio en inglés (o en el idioma que sea) y los subtítulos en nuestra lengua.
¿Por qué? Porque nuestro cerebro hace un gran trabajo de forma inconsciente, solo con la escucha en ese otro idioma. Sí, estamos leyendo el contenido del subtítulo y tendemos a olvidarnos de hacer la asociación con lo que se está diciendo. Sin embargo, de esta manera, lo que hacemos es mejorar nuestro oído, indudablemente, así como disfrutar de nuestra serie preferida. En mi opinión, es la forma de empezar, de no frustrarse al principio, cuando no entendemos lo que sucede y, encima, tampoco disfrutamos de la experiencia.
De esta manera, cuando adquiramos un cierto nivel en ese idioma, podremos pasar a consumir contenido audiovisual en versión original y con el subtitulado en el mismo idioma y esta vez sí, aprender más, pero sin tener que sacrificar la parte que corresponde al ocio.
Recursos infinitos
Vivimos en un mundo globalizado en el que multitud de plataformas (Netflix, HBO, Amazon Prime Video…) nos ofrecen un sinfín de posibilidades en lo que respecta a la cultura audiovisual de la mano del aprendizaje de idiomas. Incluso, en la televisión de toda la vida podemos poner todas esas series y pelis estadounidenses en versión original y con subtítulos en español, con nuestro mando. Saquémosle provecho, cada uno a su ritmo.
Siempre insisto mucho en este punto, pues para el oído del aprendiz de un idioma, las conversaciones con nuestro profesor particular pueden quedarse cortas. Debemos exponer nuestro oído al sonido de ese idioma, la melodía, los acentos… el inglés académico puede diferir mucho del hablado en la vida real, ¿qué mejor manera de comprobarlo que a través de las series y las pelis? Por no hablar de la inmersión que este ejercicio supone en la cultura de la lengua que estudiamos.
Para un disfrute más «académico», también tenemos infinitos recursos, como Breaking News English, BBC Learning English, o simplemente, podemos escuchar la radio en inglés o los pódcast de The Guardian, la BBC o The New York Times, entre otros. Otro recurso interesante cuando tengamos dudas respecto a la pronunciación de una determinada palabra en inglés es YouGlish, que nos ofrece cortes de vídeos en contextos reales, en los que hablantes nativos con diversos acentos pronuncian la palabra que buscamos.
Es evidente que, con independencia de nuestras preferencias, el abanico de posibilidades es inmenso. Corresponde a cada persona explorar cuáles son las estrategias que mejor le funcionan.