Te cuento mi experiencia, ¿Te sientes identificado o identificada conmigo?

Soy maestra, especialista en audición y lenguaje.

Un día, contactaron conmigo para dar clases a un niño que comenzaba la primaria. Su madre me comentaba que a ella le resultaba muy complicado ayudar a su hijo pese a su corta edad. Normalmente las tardes de estudio tornaban en disputas que ni el pequeño ni ella comprendían, se sentía la desesperación en las palabras de esta madre que luchaba que pedía ayuda con la educación de su hijo.

Horas delante del libro sin avanzar y explicaciones que parecían vacías cuando llegaban a oidos de su pequeño, llevaban a la desesperación de ambos y esto suponía un problema para el aprendizaje del menor incluso para la autoestima de ambos.

Sonriente, de ojos grandes y mirada tierna. Inquieto y charlatán, gracioso y divertido. Le encanta dibujar coches de policía y bomberos y una capacidad alucinante para memorizar todo lo referente a la Semana Santa, entre otras capacidades.

Comencé a trabajar con él.

LETRA ILEGIBLE que intentabamos mejorar a diario con un esfuerzo sobrehumano, LECTURA "robótica" (como yo la llamo) sin entonación.

AVANCES Y RETROCESOS en el aprendizaje, lo que hoy aprendíamos, al día siguiente se había olvidado.

NERVIOS, muchos nervios, mordía sus lápices hasta el punto de no poder escribir con ellos. La presión era cada vez mayor.

DIFICULTAD AL ORDENAR LAS OPERACIONES MATEMÁTICAS. Aunque aprendió las tablas de multiplicar de manera asombrosa.

NUMEROSAS FALTAS DE ORTOGRAFÍA, que le hacían bajar su nota.

PARECÍA QUE NO ESCUCHABA, que no quería estudiar, que estaba desmotivado. "Es que yo soy tonto" "no se nada".

Desde principio de curso las "amenazas" de repetir curso empezaron a dispararse, poniendo nervioso al pequeño sonriente que perdía su sonrisa cada vez que se sentaba delante de un libro. Cada vez era más duro ver como se venía abajo, como su desgaste conforme pasaba el curso era más notorio.

Sugerí, que hablaran con el colegio, había señales de alarma y debíamos tomar cartas en el asunto.

¿Te sientes identificado o identificada con mi corto relato?

En este caso se llama DISLEXIA, un trastorno que afecta al 10% de la población, de origen neurobiológico y que se define como un trastorno en el aprendizaje de la lectoescritura. Y es una causa importante de fracaso escolar.

No es una enfermedad, no se cura. Pero se mejora, se avanza, se aprende. Cuando se trata, aumenta la autoestima, la confianza que se ha perdido en uno mismo. Mejora el humor y tu visión del mundo.

Hoy, mi chico sonriente, ha mejorado. Escribe y lee muchísimo mejor, es consciente de su trastorno y está aprendiendo a vivir con él. Y ha sacado unas notas maravillosas después de todo su esfuerzo. Y es a él a quien le dedico este post y le doy las gracias por hacerme más paciente, más humana.