Ahora que empiezan las vacaciones, buscamos en que invertir nuestro tiempo, se nos ocurre que es el momento ideal para desempolvar, un poco nuestras libretas, lápices o pinceles, guardados de veranos anteriores.
La elección de un Hobby tiende a ser una elección más casual, sin una disciplina rígida, sin embargo de todos maneras desarrollar un gusto implica, horas y horas de practica antes de cosechar y disfrutar de los momentos gratos que nos ha de brindar aquello en lo que invertimos tantas horas de practica y constancia.
Todas y cada una de aquellos gustos nos llevan casi siempre a buscar a un maestro, con experiencia no solo en el tema, sino más bien en la experiencia de saber llegar a nosotros que muchas veces contamos con una escasa, si no nula capacidad en lo que pretendemos aprender y pretendemos creer que es algo que no solo nos gusta y disfrutamos sino también amamos.
Y aquí es precisamente donde cada maestro de artes y oficios, hace su entrada a nuestras vidas, cada uno con su personalidad y curiosidades, algunos jóvenes impetuosos y con poca experiencia, queriendo enseñar todo con milimétricas reglas, y otros maestros más versados y experimentados que conociendo en primer lugar el terreno, al alumno y sus sueños, su personalidad, él porque del deseo de aprender y desarrollar dicho gusto. Se toma el tiempo adecuado para charlar, preguntar, dar a elegir y luego ir despacio, enseñando lo divertido que puede ser el adentrarse a un mundo nuevo y desconocido.
Nuestro lado social, entra en juego y al enseñar no solo estamos enseñando, estamos acompañando, compartiendo, conociendo y dándonos a conocer, entrando al mundo del otro a través del arte, automáticamente se inicia una relación que tiene un principio y no tiene un final, pues siempre quedaremos como maestros: siendo un recuerdo y como alumnos: sentiremos gratitud.
Disfrutemos la enseñanza, y este viaje que es enseñar Arte con Amor.
Gracias
Maestra Iris