La enseñanza y el aprendizaje de un idioma no es sólo una experiencia educativa y formadora pero también una aventura humana llena de descubrimientos. Esta dimensión humana en la adquisición de cualquier idioma se manifiesta por una multitud de maneras, a través de nuestros valores, mapas mentales, vivencias, comportamientos y creencias.
Así, la enseñanza de un idioma se convierte en una educación intercultural en la cual no se pueden omitir el idioma y la cultura del alumno. Es interesante introducir en clase las diferencias y las similitudes de cada cultura para que el alumno pueda integrar y asimilar la nueva cultura en sus conocimientos sin renunciar a la suya. De esta manera, su aprendizaje se convertirá en un viaje sin fronteras donde las diferencias no serán barreras sino un enriquecimiento a nivel humano y cognitivo.
Por ello, cada clase particular es única y especial según la nacionalidad, el perfil y las necesidades de cada alumno. Por otra parte, la expresión oral es de suma importancia en la enseñanza de cualquier idioma. En francés, el idioma se denomina "langue" es decir lengua y es cierto que uno de los mayores órganos que nos permite hablar es la lengua. En efecto, la primera función de un idioma es hablar. Cuando nacemos, lo primero que hacemos es aprender a hablar no a escribir. Sabemos hablar antes que escribir. Además, hay mucha gente por el mundo que sabe hablar un idioma sin saber escribirlo. Y cuántos idiomas o dialectos han perdido su escritura.
De éste pensamiento parte sin duda mi forma de enseñar pero también cabe señalar que las cuatro competencias deben ser trabajadas y entrelazadas entre ellas en el aprendizaje para poder llegar a un conocimiento mucho más amplio y más correcto del idioma. La expresión oral conlleva la comprensión oral y la expresión escrita da la mano a la comprensión escrita.
Por último, hay que tener en cuenta que el alumno es en realidad un actor social y mi enseñanza siempre se guiará por el objetivo de adquirir unas competencias tanto linguísticas como culturales para poder desenvolverse en cualquier situación de comunicación en la sociedad donde se habla dicho idioma.
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