La importancia del docente en la valoración del alumno

Todos los que nos hemos formado como profesores sabemos lo encasilladas que quedan nuestras materias en la formación reglada. Debemos adaptarnos al curriculum establecido por la ley, objetivos, contenidos, competencias, horarios... Nos deja poco margen para salirnos de los temas marcados, tocar cuestiones más interesantes, poner en práctica nuevas formas de enseñanza...

Como profesora he escuchado muchas veces las quejas de alumn@s que aseguran que la Historia, o la Historia del arte les gusta... lo que no les gusta es el profesor. La labor del docente, su actitud o su metodologia en una asignatura como esta, es determinante. A mi misma, cuando era estudiante, me terminaba aburriendo tras 40 minutos sentada esuchando hablar al profesor. Esto es así para la mayoria de alumnos, a los que para aprobar se les exige superar un examen, que termina por evaluar su capacidad memoristica. El alumn@ lo engulle todo el dia antes y luego lo vomita sobre el examen para no recordarlo nunca jamás. El resultado es un alumno que no ha aprendido nada.

Hoy somos muchos los docentes que abogamos por un cambio del sistema educativo, por el abandono de la enseñanza tradicional y por combatir el inmovilismo presente en parte del cuerpo docente. Hay que cambiar un sistema de enseñanza que la mayoria de las veces se basa en la transmisión de conocimientos y la evaluación por medio de exámenes. Es fundamental que el alumn@ tome un rol activo, que esté motivado y disfrute aprendiendo.

La Historia ofrece un mundo de posibilidades en el aula, y puede convertirse en una materia realmente atractiva, si se hace de ella una asignatura dinámica, en la que el alumn@ sea un participante activo, de manera que en el futuro, la palabra Historia no evoque en estos alumn@s un relato aburrido, una lista de fechas y personajes, o un pesado ejercicio de memorizar para luego olvidar, sino que guste, que se disfrute, que despierte la curiosidad y el interés entre los jóvenes. De igual manera ocurre con la Historia del Arte o la Geografia, cuyo potencial no siempre es explotado como se merecen dos materias que ofrecen amplias posibilidades en el aula.