Las palabras son los bloques básicos del lenguaje y junto con la gramática dan forma a la competencia lingüística y comunicativa. Como ocurre con la adquisición de la lengua, en el aprendizaje de un idioma extranjero el léxico y su expresión en el discurso, el vocabulario, se interiorizan de forma progresiva debido a la interacción de múltiples factores: emocionales, culturales o por intereses y necesidades específicas.
La investigación muestra que la gran mayoría de las palabras se aprenden por contexto. Esto significa que nunca se debe aprender vocabulario a partir de listas aisladas sin relación o sin verlas como parte de un panorama más amplio. Como docentes podemos invitar al estudiante que piense en las palabras como piezas de un rompecabezas: cuando están esparcidas por la mesa, es casi imposible recordarlas o usarlas para algo útil. Pero una vez que combina incluso un par de piezas, comienza a aparecer un contexto más significativo y el resultado final ya no parece inalcanzable. Es posible experimentar aprendiendo palabras con historias, canciones o simplemente situaciones cotidianas. Por ejemplo, en lugar de aprender palabras relacionadas con el clima, animar al estudiante a consultar el pronóstico del clima en línea e intente imaginar una conversación sobre el clima la próxima semana y cómo afectará un viaje planeado por él.
Luis R. Elias