¿Te esperabas otros articulo prometiendo métodos milagrosos para aprender un idioma en media hora? Ejeje
Por mucho que el marketing de los cursos online ahora venda sueños de métodos de estudios universales para aprender un idioma en tres semanas, es imposible que un método predefinido sea útil para todos. El punto clave para encontrar un método de estudio perfecto es exactamente esto: no existe un método de estudio perfecto.
En las clases privadas donde tu estás solo con tu profesor, tienes una gran ventaja que las academias no te ofrecen: la posibilidad de personalizar tus clases. El primer paso entonces para acercarte a tu objetivo lingüístico es sin duda elegir muy bien tu profesor. No seas tímido, puedes pedir clases de prueba a más de un profesor para estar seguro de acabar estudiando con quien realmente te guste. Es necesario dialogar con él, darle feedback de sus clases para que sepa si algo te resulta muy difícil, aburrido u obvio, para que el programa se pueda modificar según tus necesidades y gustos.
El segundo punto es el tiempo. Cualquier curso que te prometa llegar al resultado en pocos días es mentira. Cuando elijas estudiar un idioma tienes que considerar que necesitaras tiempo. A tu cerebro y memoria les hará falta mucho tiempo de trabajo constante para fijar léxico y reglas gramaticales en la memoria, entrenarlas y hacer que nos salgan automáticas. Así que considera que además de las clases con tu profesor, será fundamental tu trabajo personal. No sirve que estudies tres horas al día, pero estudiar una hora de 168 que tiene una la semana tampoco te ayudará.
Ahora venimos a la parte más práctica de nuestros consejos.
¿Cuáles son las técnicas más útiles para estudiar un idioma?
Empezamos por la parte más aburrida: esquemas, esquemas y esquemas. Cuando estamos intentando estudiar palabras en un idioma y con una fonética que no es la nuestra, es muy probable que la simple lectura de una norma de gramática acabe siendo una actividad vacía. Por mucho que pueda resultar repetitivo, es muy aconsejado tener un cuaderno donde copiemos los verbos y el léxico un esquema que sea nuestro personal: podemos tener todos los tiempos verbales de un solo verbo en la misma pagina o tener una pagina de verbos con la misma irregularidad, subrayando las tildes, la ortografía mas difícil, las desinencias, etc.
El segundo consejo es el de no infravalorar los ejercicios simples: si nos aparece un ejercicio donde solo hay que conjugar un verbo entre paréntesis, transformar de singular a plural o cositas muy básicas, no pensemos que es perder el tiempo. Los ejercicios repetitivos nos permiten memorizar un determinado tema de manera activa pero no difícil, si ya el ejercicio nos dice que completemos las frases con el subjuntivo irregular nos está facilitando el trabajo al permitirnos concentrarnos en el subjuntivo irregular, familiarizándonos con él y memorizándolo más rápidamente.
Pasamos por fin a la parte más práctica. Hablar, ver una peli o leer un libro deberían ser actividades entretenidas y relajantes, si hacerlo en otro idioma nos provoca ansiedad y frustración, entonces hay que dar un paso atrás. Pide a tu profesor que te aconseje textos y videos breves y buenos para tu nivel y con un léxico que puedas entender. Evita todo lo que se dirige a un público infantil o en un contexto fantástico, suele tener léxico alterado y jerga que te puede confundir. Puedes pedir a tu profesor que te busque artículos cortos de un argumento que te guste y de interés en tu vida cotidiana, con el fin de que puedas tener más motivación en la lectura o videos entretenidos ligados a contextos culturales que puedas entender. Trabaja estas cuatro herramientas cuatro veces: una primera para escuchar, una segunda con los subtítulos en el idioma, una tercera en tu idioma y una cuarta otra vez en original para reconocer las frases y las palabras que has estado observando.
¿Y la conversación? Repetimos discursos, diálogos y textos que conocemos tantas veces como sea necesario para llegar a decirlos tranquilamente y sin agobiarnos. Los temas clásicos son: tu presentación personal, que haces en tu tiempo libre, hablar de tu familia, contar un viaje, una receta, ¡lo que sea! Este tipo de ejercicio nos ayuda a soltarnos en formular frases en el otro idioma, ganar confianza en escuchar nuestra voz hablando diferente y almacenar mucho más léxico de lo que memorizaríamos estudiándolo desde una lista.
Acuérdate que la prisa no es nuestra mejor compañera cuando estemos estudiando un idioma, llegaras a ver una película de principio a fin en otra lengua y sin subtítulos, conversar con un desconocido en un pub y reírte de una broma en la radio, ¡pero no te preocupes si de momento parece difícil! Con constancia y practica los resultados llegaran, ¡no te estreses y disfruta el camino!