Hola a todos, mi nombre es Israel, aunque algunos me conocéis por el apodo de Isrock. En éste mi primer blog, voy a hablaros de mi metodología de trabajo en las clases de guitarra, aplicable a su vez a cualquier arte o enseñanza. La he bautizado como Metodología Reflexiva.
La única vía que puede sacar el arte del alumno, y la verdadera pasión por la materia que estudia, en mi opinión, pasa por indagar sobretodo, sin por ello quitar el ejercicio, en los aspectos verdaderamente profundos sobre el tema. En una clase sobre filosofía, por ejemplo, invertiría una importante parte de la clase en hacerse preguntar al alumno quién era realmente ese filósofo que estudia, qué pensaría para llegar a todas esas conclusiones, qué clase de vida llevaba, el contexto social...
En mis clases de guitarra incido mucho en la manera de sentir y tocar, y sobretodo en que no hay una única manera de sentir y de tocar, pero desde luego para tocar hay que sentir. Me gusta hacerle ver al alumno que no hay una única manera universal de coger una púa, de elegir una púa, de atacar las cuerdas, de moverse por el mástil, de escuchar la propia música... A veces es incluso complicado para un profesor de música, en ciertos niveles y casos, corregir algo que no sabes si le llevará a un mal vicio, o a su propio camino. ¿Acaso Lou Reed o Keith Richards, o el propio Hendrix, son músicos que se podrían calificar de técnicamente correctos? ¿Y de técnicamente incorrectos? ¿Cuántos de vosotros habéis escuchado tocar a músicos técnicamente impecables, y que sin embargo no os han dicho nada? Lógicamente una cosa no va de la mano de la otra, pero la técnica desde luego no va necesariamente de la mano del arte.
Llegué a pensar que este método no servía de nada con la mayoría de niños e incluso adultos que no son capaces de llegar, aparentemente, a esa sensibilidad. Pero en primer lugar, muchos adultos y niños me demostraron lo contrario, y en segundo lugar, esa sensación con ese tipo de alumno concreto, advertí que nacía en mí precisamente por ser un profesor implicado con el proceso profundo del arte y la enseñanza, y que esos alumnos no irían mucho mejor con otras metodologías. He dado clase durante años a muchos niños, incluso en colegios, y la mayoría de estos tienen demasiada prisa en tocar y muy poca paciencia, perserverancia y trabajo duro. Aún trabajo en conseguir una metodología reflexiva más adaptada a ellos.
Hay muchos tipos de alumnos y la metodología reflexiva debe ser adaptada a la personalidad de cada uno y a su nivel técnico. ¿Y tú, alumno o profesor, qué metodología dirías que es la más apropiada en tu/s caso/s?
Isrock