Como sabeis, la música puede tener un efecto curativo en una persona. Las melodías elegibles son capaces de deshacerse de la depresión, sintonizar de una manera positiva, organizar las compras, e incluso... crecer el pelo.
Durante mucho tiempo, la melodía ha sido una parte integral de varios tipos de celebraciones, así como para procesiones religiosas. Por ejemplo, durante el funeral del difunto, se creía que la música ayuda a deshacerse del dolor y aliviar el sufrimiento de los seres queridos. Entonces, ya en el siglo XVII, algunos científicos comenzaron a plantear hipótesis sobre los efectos curativos de la musicoterapia.
Un poco más tarde, el famoso médico Linnek creó la teoría de que la melodía, dependiendo del ritmo, puede afectar a una persona de diferentes maneras. Por ejemplo, el ritmo de la marcha que acompañaba a las tropas en las campañas era un poco más lento que el latido del corazón, lo que permitía a los soldados realizar largos viajes sin sentirse cansados. Por el contrario, la marcha, que tenía un ritmo más rápido, daba una sensación de alegría y una oleada de fuerza.
La música cura enfermedades
En la actualidad, la música también se ha utilizado para tratar algunas enfermedades. Por ejemplo, en la clínica de Munich, los pacientes que padecen enfermedades del tracto gastrointestinal comenzaron a escuchar diariamente las obras de Mozart y Beethoven. Sorprendentemente, este experimento dio resultados asombrosos: los pacientes se recuperaron más rápido y su estado de ánimo se volvió cada vez más positivo.
Luego, esta experiencia fue adoptada por clínicas de otros países, recogiendo melodías en rigor con sus efectos en el cuerpo humano. En Francia, este problema se abordó especialmente en serio, y en el Instituto nacional de transfusión de sangre de este país comenzaron a seleccionar de manera muy estricta y cuidadosa ciertas melodías que tienen un efecto beneficioso en el curso de las operaciones.
Además, en las clínicas Holandesas llegaron a la conclusión de que las vibraciones de baja frecuencia, que no son audibles para el oído humano, también pueden tener un efecto curativo, y comenzaron a aplicar esto en la práctica.
Para el tratamiento de muchas enfermedades comenzaron a utilizar la interpretación en varios instrumentos musicales.
Además, los científicos descubrieron que la influencia más fuerte en la psique humana es la música de I. S. Bach, así como Mozart y Beethoven. Sorprendentemente, resulta que la música no solo afecta a las personas. Los agricultores holandeses decidieron aprovechar esto, poniendo las obras de Mozart a las vacas, lo que permitió aumentar el suministro de leche varias veces. Además, se encontró que la masa se ajusta más rápido a esta melodía.
Además, armados con este conocimiento, las autoridades Indias comenzaron a poner música tradicional India en las plantaciones, lo que permitió aumentar la cosecha en 20 - 67 %. En Alemania, se desarrollaron melodías especiales, que se venden solo en farmacias y tienen efectos beneficiosos en ciertos órganos humanos. Entonces, allí puedes encontrar discos musicales con las inscripciones "Estómago", "Corazón", "Riñones".
Con el tiempo, el estudio de los efectos de la música en el cuerpo humano continuó. Comenzaron a organizarse conferencias científicas completas sobre este tema, donde tanto científicos como médicos y psicólogos presentaron sus teorías e investigaciones. Como resultado, llegaron a la conclusión de que la música pesada, como el rock pesado, ralentiza el crecimiento de las plantas, y que después de asistir a conciertos de rock, los oyentes no pueden responder a estímulos externos de manera adecuada durante 3 a 5 horas. Además, la multitud iniciada por dicha música a menudo puede volverse agresiva.
Otra cosa es la acción de la música clásica, lo más cerca posible en su ritmo al latido del pulso, igual a un promedio de 60 latidos por minuto. Además de los clásicos, este ritmo lento también tiene la música de la iglesia, así como la música popular, diseñada para calmar, así como para ayudar a relajarse y lograr la armonía mental.
Si experimenta tristeza, depresión o estrés, escuchar los sonidos de la naturaleza que tienen un efecto calmante en la psique lo ayudará. Esta música ayudará a normalizar la presión arterial, calmar los latidos del corazón y reunir los pensamientos. Además, la música de vals ayuda a distraerse rápidamente de los pensamientos negativos.