Seguro que esta pregunta nos la hacemos a la hora de ver que las notas de las/os niñas/os ha bajado su rendimiento, o incluso, han suspendido alguna asignatura. Es cuando notamos que algo no está yendo del todo bien y nos planteamos buscar ayuda; ya sea por trabajo, no dispongamos del tiempo que ellos necesitan, ya sea por que esa asignatura suspendida, no la controlamos.
Encuentra al profesor ideal para tu hijo/a
El hecho de buscar un/una profesor/a competente, serio/a que nos garantice que el/la niño/a consiga superar sus metas, o simplemente consiga aprobar la asignatura suspendida, se convierte en un problema.
Hoy en día, con las circunstancias que estamos viviendo, las herramientas digitales vienen en nuestra ayuda y páginas web o portales por internet donde localizar alguien que nos ayude es una muy buena alternativa para facilitarnos el encontrar unas buenas clases particulares.
Pero, no podemos fiarnos del primer anuncio que veamos, recomiendo, bajo mi punto de vista como profesora, buscar varias opciones, intentar contactar con esas personas, y si es posible, hablar con ellas directamente. También recomiendo, si se puede, solicitar información sobre la formación que tiene dicho profesor/a que se anuncia. Incluso, si tiene la oportunidad de dar una clase de prueba, para ver si a nuestro/a hijo/a le gusta la manera de impartir la clase.
Una vez hemos conseguido a un profesional que nos inspire confianza y garantía, tenemos que ir viendo cómo nuestro/a hijo/a va mejorando en confianza, por que es una de las causas que hacen que no se sientan capaz de conseguir aprobar y entran en una espiral de la que es difícil salir.
Las clases particulares, al ser grupos más reducidos que la jornada lectiva normal, les hace ver que no son los únicos que necesitan ayuda, que pueden perder la vergüenza de preguntar sus dudas. Ya que la vergüenza es, en otros casos, la causante de ir quedándose atrás en las explicaciones de sus clases.
Otra razón por la que apuntar a los peques a clases particulares, es porque les da la oportunidad de conocer técnicas de estudio, hábitos que, de manera autónoma no tienen. La rutina de asistir a clases particulares, ya sean dos, tres, o las sesiones semanales que tengan, les hace crear el hábito de estudio que les es necesario para poder conseguir obtener los conocimientos que requieren para aprobar y conseguir buenas notas.
Desde mi experiencia como profesora todos estos años, veo casos en los que casi hay abandono, y con las clases particulares hemos conseguido que ese alumno, no deje los estudios. He visto cómo niños que no tenían autoconfianza, han ido ganándola y consiguiendo sus propias metas, pasito a pasito. He visto y veo cómo van adquiriendo el hábito de ponerse a estudiar y aprender cómo hacerlo de la manera que mejor se adapte a ellos, ya que cada uno es un mundo.
Animo a la búsqueda de un profesional que vele por que el/la estudiante sea un futuro profesional y que se desarrolle como persona, no sólo en lo académico.