El apoyo al aprendizaje académico, es cada vez más necesario, en unos tiempos en la que la educación, se ha convertido en una carrera de obstáculos. Son muchos los padres de estudiantes que contactan a los profesores de refuerzo en busca de ayuda y apoyo. En ocasiones, quieren respuestas, pues no entienden las causas del fracaso escolar. Pero en otras, simplemente buscan un apoyo frecuente para que sus hijos e hijas aprueben los exámenes sin agobios.
Pero, ¿cuál es el momento idóneo para contratar un profesor particular? ¿Solo lo necesitan los alumnos que tienen determinadas dificultades? ¿Es mejor una clase individual o grupal? Aquí vamos a intentar dar algunas respuestas a estas preguntas tan recurrentes.
¿Cuál es el momento ideal para buscar un profesor de refuerzo?
Muchos padres de alumnos buscan un profesor particular cuando el alumno ya ha suspendido la primera evaluación, que suele ser alrededor de diciembre. Claramente, lo ideal no es esperar a un suspenso, los padres deben ver cuál es la evolución del alumno y si este necesita ayuda, intentar proporcionársela antes de que suspenda una evaluación. Muchos estudiantes suspenden las mismas asignaturas o tienen dificultades recurrentes con las mismas materias: en este caso, lo mejor es darle un refuerzo al alumno desde septiembre para que lleven la asignatura al día y olvidarse de sorpresas desagradables cuando lleguen las notas.
¿Quién necesita un profesor de refuerzo?
Pese a lo que se suele pensar, no solo los alumnos que suspenden necesitan un profesor de refuerzo. Cuando un alumno tiene dificultades hay que ayudarle, sobre todo porque ciertas asignaturas, como lengua o matemáticas, se dan todos los cursos y la dificultad va creciendo. Si a un estudiante no le gusta una asignatura y pasa de curso a trancas y barrancas, tarde o temprano tendrá dificultades. En el caso de lengua castellana eso suele suceder en 4 de la ESO, donde ya el nivel de la asignatura es alto y muchos estudiantes comienzan a suspender por falta de base. Mejor solucionarlo antes y que los alumnos asimilen la asignatura más pausadamente.
¿Sustituye un profesor particular al profesor del alumno?
Rotundamente no. El hecho de que un alumno tenga un profesor de refuerzo no significa que no tenga que atender en clase, preguntar dudas y participar. Ese es un error muy común. Muchos alumnos piensan "no lo entiendo, pero ya le preguntaré a mi profesor particular". No. Los profesores de refuerzo estamos para poner a los alumnos al nivel de la clase si no lo tiene, a que la enseñanza sea más focalizada, a entender las dudas, explicar la asignatura, corregir y hacer trabajar a alumno, pero este no debe depender de su profesor de refuezo, ya que entonces nuestro trabajo no tendrá el sentido que debería.
¿Clases individualizadas o grupales?
En general, los padres buscan en los profesores particulares una experiencia docente individualizada, ya que tener un profesor dedicado a las necesidades de un alumno hace que el aprendizaje muchas veces sea más productivo, pero por mi experiencia hay clases en los que una experiencia grupal es más pedagógica. El caso de las clases de idiomas, por ejemplo. Llevo años dando clases de castellano y para los alumnos trabajar en grupo es más enriquecedor, ya que las dinámicas de grupo fomentan la participación y el aprendizaje se incrementa. También las clases de comentario de texto de lengua en grupo dan buen resultado. Sin embargo, esto ya depende de las necesidades del alumno y sobre todo del nivel que tenga y el que necesite conseguir.
¿Durante cuánto tiempo es necesario un profesor particular?
Por mi experiencia, hay dos grupos bien diferenciados de alumnos: los que sus padres les dan clases de refuerzo continuo durante por ejemplo una o dos horas a la semana desde principio de curso hasta el final. Y padres que solo buscan a un profesor cuando el alumno ya ha suspendido y entonces necesitan un refuerzo urgente. En este último caso, las clases suelen ser intensivas, muchas horas a la semana, con el objetivo de aprobar un examen. Claramente, el primer grupo de alumnos son los que mejores resultados obtienen. Lo más frecuente es que muchos estudiantes que han necesitado refuerzo y han tenido que dar horas y horas de clases, al próximo curso tomen cartas en el asunto y comiencen desde septiembre con clases particulares de mantenimiento.
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Para terminar, solo matizar que un profesor particular no está para que el alumno haga los deberes, ni para vigilarlo porque los padres no puedan. Un profesor particular es un profesional docente y nuestro trabajo consiste en explicar las asignaturas y detectar las necesidades del estudiante, ayudando a los alumnos a comprender la asignatura, y a optimizar su tiempo y por supuesto, a darle herramientas para que apruebe con éxito sus asignaturas. Por eso, son importantes las clases particulares, porque ya se han convertido en un recurso imprescindible para miles de estudiantes.