Repetir curso es una situación común desde hace muchos años y en los sistemas educativos de muchos países se recogen los términos y las condiciones que deben reunir los alumnos para repetir curso.
En la anterior reforma, la repetición de curso descendió incluyendo el primer ciclo de Primaria, con el objetivo de reforzar el aprendizaje y ofrecer ayuda en edad temprana para favorecer una mejoría desde los primeros años y para evitar, precisamente, que los alumnos tuvieran que repetir año escolar más adelante.
Que un alumno de seis, siete u ocho años es difícil de asimilar para la familia, sin embargo, si se plantea desde el punto de vista de la mejora y el refuerzo, es un aspecto que se terminará aceptando y normalizando. Pero, ¿qué pasa más adelante con esos niños que repiten curso en edad temprana?
Repetir curso no sirve para aprender ni para mejorar
Entre los motivos para repetir en edad temprana no solo se incluyen una mejora desde la base, sino también una mejor adaptación del alumno al nuevo curso. No hay que olvidar que repetir supone cambiar de clase, de amigos, de grupo y, la adaptación y la diferencia de edad se aprecia menos en edad temprana, y se acentúa a medida que los alumnos crecen.
Además, uno de los puntos de inflexión en cuanto a número de repetidores se produce en el cambio de Primaria a Secundaria, cuando muchos alumnos cambian de centro escolar y se enfrentan a nuevos profesores, en ocasiones, además el cambio implica tener un único profesor en Primaria y encontrarse con varios al cambiar de centro por ello, tampoco es correcto apuntar la necesidad de refuerzo temprano como razón principal para los problemas de aprendizaje del alumno.
Más allá del refuerzo temprano, de la integración y de los cambios, están los datos, que apuntan a que uno de cada tres alumnos españoles repite curso antes de terminar ESO y, sin embargo, la tasa de abandono escolar ronda el 20%, lo que hace pensar que repetir no contribuye a que los alumnos se sientan integrados, sino todo lo contrario.
El refuerzo escolar temprano podría ser la clave
Repetir implica volver a pasar por el mismo curso, volver a estudiar lo mismo, volver a afrontar los mismos contenidos y los mismos temarios y, tal vez, incluso volver a ser examinado por los mismos profesores. Y así, una, dos y tres… y todas las veces que la reforma educativa permite según las características del alumno y su expediente académico.
Pero: ¿Dónde se incluyen la ayuda, el refuerzo y la detección de los problemas de aprendizaje en el planteamiento de repetir curso? En el mejor de los casos, los padres optarán por buscar un profesor particular privado para ayudarle a superar el curso.
Repetir curso no parece un objetivo en sí si no se incluyen recursos con los que se afronten de forma directa los problemas que hacen que el alumno no haya superado el curso en la primera ocasión. En la actualidad, se apunta al refuerzo escolar en edad temprana como la mejor alternativa para dejar de tener alumnos que pasan de curso o no, y empezar a tener alumnos que aprenden.