¿Cómo puedes mejorar el speaking?

¡Hola de nuevo!

La mayoría de mis alumnas encuentra el speaking, la parte más complicada de los exámenes de inglés. Lo cual es normal, porque esta es la parte más inmediata y la más difícil de preparar. Pero eso no quiere decir que en el examen oral todo dependa de la suerte y que no haya nada que podamos hacer para asegurarnos un aprobado.

Aquí te dejo una serie de trucos para que hagas un buen speaking:

1. Divide el tiempo entre todos los apartados

Normalmente los exámenes orales tienen una longitud máxima y mínima y unos puntos a tratar. No te centres mucho en uno de los puntos e intenta distribuir bien el tiempo. Es preferible dejar alguna idea sin decir que dejar apartados sin tratar. No siempre tendrás disponible un reloj en el examen así que lo mejor es que practiques en casa. Piensa en un tema a desarrollar y invéntate tres puntos, cronométrate y así verás cuanto le tienes que dedicar a cada punto para hablar de todos ellos un tiempo similar y no olvidarte de ninguno.

2. Lo más importante no es el vocabulario, sino las estructuras

Nos empeñamos en memorizar listas interminables de palabras en el otro idioma porque pensamos que eso nos dará más conocimiento y así nos sentimos más preparadas. Pero lo más importante no es el vocabulario, sino las estructuras. Es más importante que construyas el comparativo correctamente o que hagas un buen uso de la negación que no saberte la palabra calcetín. ¿Qué pasa si no me sé una de las palabras clave del speaking? Nada, no pasa nada. Tú continua como si no pasara nada. Si tienes que hablar de calcetines y no te sale, di zapatillas o zapatos. La persona examinadora se dará cuenta de que no sabes decir calcetines, pero también de que sabes decir todo lo demás.

3. Céntrate en lo que sí sabes decir

No importa si mientes, no importa si dices alguna idea descabellada. No importa mientras esté bien dicho. No pienses cosas como “no sé decir nada” o “esto no lo sé decir”. Céntrate en lo que sí sabes decir. En el tiempo de preparación piensa en las estructuras que sí conoces, en el vocabulario del que sí te acuerdas, en tus puntos fuertes y en lo que se te da bien. Como dije antes, digas lo que digas, lo importante es que lo digas bien. Si no sabes decir que te gustan los apartamentos pequeños, pero sabes un montón de palabras de la playa, di que te gustan más los chalets al borde del mar. Si no sabes decir perro, di que tienes gatos, o serpientes o canguros, como mascotas. Mientras lo que digas tenga sentido, no habrá problema. Este es un ejercicio que debes hacer tanto cuando practiques en casa como en la preparación previa del examen. Cuando te den las condiciones y el tema, léelo todo con atención y piensa por donde vas a tirar.

4. Habla despacio

Al estar nerviosas solemos acelerar para que la tortura termine cuanto antes. Intenta trabajar en esto. Si hablas más despacio, vocalizarás mejor y por lo tanto la pronunciación también mejorará. Hablando despacio también gestionas mejor el tiempo que hablando rápido. Además, das la impresión de una persona segura de sí misma y que sabe de lo que habla. Y eso siempre es algo positivo. Si tu defecto es que tiendes a acelerar a medida que avanza el tiempo, practica en casa delante de un espejo y habla contigo misma para ver cómo respiras y cómo colocas el cuerpo. En cuanto seas más consciente de tu postura, serás más consciente de tu discurso.

5. Revisa los temas que has visto en clase

Los speakings al final siempre son siempre sobre las mismas cosas. Haz una lista de los temas que te pueden caer e intenta desglosar cada apartado en los diferentes puntos de vista que te pueden pedir. Por ejemplo, el tema de la vivienda se puede dividir en buscar un sitio para vivir, en hablar de tu hogar o en hablar de una mala experiencia en un piso de alquiler. Haz esto con todos los temas y así te aseguras tener un buen mapa conceptual en tu cabeza antes del examen.

6. Elige una opción

Muchas veces para decir una misma cosa tenemos varias estructuras, palabras o maneras. Elige una. Si tienes una lista de cinco adverbios que dicen lo mismo o si te sabes cuatro conectores de adición o tres formas de decir taza, elige una. Si llevas la cabeza llena de sinónimos, a la hora de la verdad pueden pasar dos cosas, que no te acuerdes de ninguno o que hagas una mezcla de todos. Es mejor ir sobre seguro. Elige la opción que más te guste, más natural o fácil te parezca y desarróllala con confianza.

7. Confia más en ti

No se te da tan mal como piensas ni es tan difícil como parece. Confía en lo que sabes y en lo que has trabajado. Lo más probable es que te vaya a salir bien. Si has llegado hasta ahí, ¿por qué no vas a superar el siguiente paso? Prepara bien los temas, trabaja con los tiempos, la respiración, la postura y repasa los errores que sueles cometer y las opciones que has elegido. Y después de todo esto, date un paseo, un baño o lo que te relaje. El día del examen no repases nada y ni se te ocurra llevar los apuntes contigo. No vas a aprender nada los últimos momentos, solo te vas a confundir más. Vete cómoda y estira un poco los músculos antes (los de la mandíbula también). Respira hondo y a por ello. Por último, recuerda no acelerarte al hablar y elegir decir lo que sabes que está bien sí o sí.

¡Os deseo mucha suerte en vuestros speakings!

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