Después de trabajar varios años en diferentes universidades e institutos, enseñando el inglés como lengua extranjera, la demanda de clases personalizadas fue mi oportunidad para desarrollar un programa didáctico divertido; y comprobar que en el aprendizaje individualizado, tanto niños como adultos logran un progreso más rápido y más efectivo; de mayor calidad.

El propósito de una lengua es la comunicación, la cual se expresa en las cuatro habilidades lingüísticas: hablar – escuchar, leer – escribir. Mi programa personalizado asegura que que mis estudiantes (niños o adultos) tengan una práctica integral divertida, partiendo de su nivel, desde la primera clase; asegurando el éxito frente a la necesidad de hablar inglés. El bilingüismo como proyecto, generalmente requiere un acompañamiento tutorial profesional desde la niñez.

Los niños aprenden jugando, por lo tanto una buena metodología de la enseñanza de la lengua extranjera para niños debe incluir actividades y juegos didácticos, que aseguren ganar la atención de los niños de una manera divertida; a la vez que provean la práctica del vocabulario y las estructuras por objetivo.

Los adultos aprenden hablando, haciendo uso de la lengua extranjera como herramienta comunicativa. Un buen tema de conversación es al adulto, como es el juego al niño. La creación de situaciones comunicativas ayudan a generar el espacio de la práctica conversacional y proveen el contexto para presentar las estructuras gramaticales, el vocabulario y la pronunciación de una manera natural y sencilla; dejando de lado las explicaciones demasiado técnicas: no es necesario estudiar lingüística para dominar una lengua extranjera!