Me gusta tener clases dinámicas, divertidas, entusiastas porque considero que se debe aprender con alegría.
La didáctica que voy a aplicar en mi práctica docente es la de una educación integral para la vida. Esto significa que la mejor educación es la que le permite a cada persona “sacar” lo mejor de sí, es decir, expresar lo mejor que tiene y desarrollarlo aún más (Porras, 2019).
La esencia de...
Me gusta tener clases dinámicas, divertidas, entusiastas porque considero que se debe aprender con alegría.
La didáctica que voy a aplicar en mi práctica docente es la de una educación integral para la vida. Esto significa que la mejor educación es la que le permite a cada persona “sacar” lo mejor de sí, es decir, expresar lo mejor que tiene y desarrollarlo aún más (Porras, 2019).
La esencia de cada ser humano es única por lo que la partición y construcción de conocimiento será de ambas vías. Que cada educando sienta confianza a la hora de dar una opinión porque se escucha abiertamente y se realizan los comentarios respectivos. De tal forma que la educación libere y enseñe como aprender a pensar, cómo buscar y saber discernir entre lo verdadero y lo falso. (Porras, 2019).
Trabajo desde la Neuroeducación. Hay cuatro canales para el mantenimiento y desarrollo de una mente activa, lo que redunda en un cerebro sano. Tres de estos canales son externos y uno interno. (Porras, 2019). Un canal interno que es el de la vida interior del individuo, el de sus pensamientos y vivencias psíquicas y espirituales. Un individuo con pensamientos, sentimientos y emociones armónicas tienen una mente con iguales características. (Porras, 2019). Los canales externos son: la experiencia, la observación y la experimentación.
Es decir que favorece la construcción de un particular conocimiento en una racionalidad sapiencial, privilegia la pregunta y la respuesta por parte del estudiante desde la multiplicidad de sus condiciones históricas, el rol del educador tenga como dinámica orientadora de las búsquedas e intereses de los estudiantes, se acentúa la importancia del acompañamiento, entendido como estar, situar y generar relaciones profundas con los estudiantes. (Meza y Suárez 2013).