A lo largo de mi experiencia como docente he podido observar que las personas responden acertivamente al diálogo orientado hacia el conocimiento significativo. En este sentido, mis clases parten de la participación activa de las y los estudiantes para acercarnos a las temáticas grupales o los intereses particulares. De allí que no crea en el conocimiento repetitivo impartido desde el docente en un rol dictatorial, en el que es él quien conoce todo. Por el contrario los acercamientos, dudas, recomendaciones e intereses del estudiantado son requeridos pues son la base de la construcción activa de conocimiento significativo. Esto también exige que la y el estudiante tomen una postura sobre la temática analizada partiendo siempre desde una lectura rigurosa de los materiales de trabajo, porque de otra forma, el diálogo se vería entorpecido por razonamientos superficiales que aportarían poco o nada al momento de la profundización sobre el tema o a la hora de establecer un puente entre su presente y acontecimientos ocurridos en el pasado. De aquí que el rol del docente sea el de un guía el cual propone la ruta pero, en últimas, es el estudiante quien tiene la obligación de llegar desde el punto A al punto B utilizando todas las herramientas de la tecnología y la comunicación para llegar a la meta, siempre y cuando las utilice razonada y críticamente para la construcción de conocimiento significativo