La enseñanza parte por mirarnos nosotros. Cuestionarnos cuando debemos hacerlo, pero no dañandonos.
Partiendo de la premisa, enseño por vocación y gusto. Implementando una infinidad de herramientas y metodologías. No sólo para aprendizaje, sino para el deleite del o de la estudiante que desee mirar más allá de la caverna.
Desde la magnífica Grecia hasta el más hermoso romanticismo.
Incluso, cu...
La enseñanza parte por mirarnos nosotros. Cuestionarnos cuando debemos hacerlo, pero no dañandonos.
Partiendo de la premisa, enseño por vocación y gusto. Implementando una infinidad de herramientas y metodologías. No sólo para aprendizaje, sino para el deleite del o de la estudiante que desee mirar más allá de la caverna.
Desde la magnífica Grecia hasta el más hermoso romanticismo.
Incluso, cuento con la facilidad de acercarme a las materias de compresión lectora, lenguaje y la pintura.
Dónde podrás tener ese tacto con las letras y demostrar que conoces los niveles por medio de la práctica.
¡Recuerda que tú eres el/la constructor/a de un magnífico proyecto!