Soy un profesor de filosofía, he dado clases en diferentes áreas y siempre usando la modalidad virtual. Mi metodología es bastante didáctica, aunque siempre estoy atento a las propuestas de mis alumnos. Me apasiona la enseñanza, porque creo que en nuestras sociedades es necesario fomentar el desarrollo del pensamiento crítico y libre frente a las realidades que se hacen presentes. Estar dispuesto a enseñar es muy importante, pero es todavía mejor estar abierto a aprender de las experiencias y de los mismos alumnos que, muchas veces, aportan en gran medida al conocimiento del maestro. En cuanto al contenido de mis clases, trato de que sea siempre cercano a la realidad de los alumnos, es decir, que trate de sus contextos, de sus gustos, de mirar hacia horizontes que ellos siempre se han ido planteando. Es bastante gratificante darse de cuenta que los alumnos sienten que lo que han aprendido les sirve para poder asumir posturas y abordar su visión de la realidad de maneras que antes no habían pensado.
Asimismo, he tenido experiencia en manejo e instrucción de grupos. Esto, tal vez, me da unos presupuestos necesarios para poder dirigirme a diferentes espectadores. A partir de mi experiencia como alumno, me he dado cuenta que es necesario hacer al conocimiento, los conceptos, las teorías y los contenidos de la filosofía, más cercanos al lenguaje y realidad del estudiante. Esto, con el objetivo de lograr evidenciar la posibilidad práctica que tiene la filosofía como una actitud en nuestras vidas y una mirada amplia de la misma.