Siempre comienzo con una pregunta capciosa para incentivar el ambiente de investigación.
Luego, continúo con un vocabulario base para iniciar las actividades comunicativas. Este vocabulario siempre será enfocado en el tema que el estudiante desea reforzar o aprender.
Después se realizarán unas actividades basándonos en los ejes temáticos gramaticales o en los contextos que se desean alcanzar. Por otra parte, la lectura y la escritura tienen otro papel fundamental en el desarrollo de la clase para completar las cuatro habilidades del lenguaje.
En la lectura, se tendrán en cuenta los temas de trabajo para enfatizar en la adquisición de vocabulario, el cual se usará para poder producir textos orales o escritos y expresar las ideas que llegan cuando se tiene una idea general de lo que se estudia. Al final se realizan ejercicios de escritura y lectura autónomos para afianzar los conocimientos aprendidos y utilizados en contexto.

En esta metodología, la dinámica siempre es activa y se realizan actividades utilizando todos los estilos de aprendizaje, enfatizando en el que más se ajusta al estudiante.
Dependiendo del objetivo de la clase, se realizan actividades lúdico-didácticas que incluyan juegos y técnicas de estudio y/o aprendizaje.
Si se continúa con un proceso completo de enseñanza-aprendizaje, se utiliza la música y sus líricas para acostumbrar el oído a la fonética del inglés y también para fortalecer el léxico del estudiante.
Finalmente, se puede afirmar que el estudiante es y será el centro de la clase, basando su aprendizaje como una experiencia significativa y amena.