Desde pequeña siempre sentí una inclinación hacia la docencia, sobre todo con los más pequeños. Son su imaginación y su curiosidad lo que me anima a compartir con ellos lo divertido de un segundo idioma, ya que no hay un día que no se aprendan palabras o frases nuevas.
Dominarlo no es complicado, toma trabajo y tiempo pero los resultados se verán reflejados en sus sonrisas cuando canten su canc...
Desde pequeña siempre sentí una inclinación hacia la docencia, sobre todo con los más pequeños. Son su imaginación y su curiosidad lo que me anima a compartir con ellos lo divertido de un segundo idioma, ya que no hay un día que no se aprendan palabras o frases nuevas.
Dominarlo no es complicado, toma trabajo y tiempo pero los resultados se verán reflejados en sus sonrisas cuando canten su canción favorita en inglés o entiendan lo que dice un personaje de su programa favorito sin necesidad de leer los subtítulos.
Se cuán frustrante puede ser aprender inglés desde cero, pero aprenderlo es la llave para comerse el mundo. Y me ilusiona formar parte de ese proceso con empatía, paciencia y creatividad porque he aprendido que las personas retenemos más información cuando nos divertimos.