En mi experiencia como docente del área de filosofía, he ido cada vez mejorando en la metodología, de modo que le permitan al alumno y al docente disfrutar del momento del proceso de enseñanza aprendizaje, donde se incluyan lecturas de contenidos fundamentales pero acompañado de socialización amena y contextualizada, además de ejemplos y ejercicios que nos permitan evaluar la comprensión de la te...
En mi experiencia como docente del área de filosofía, he ido cada vez mejorando en la metodología, de modo que le permitan al alumno y al docente disfrutar del momento del proceso de enseñanza aprendizaje, donde se incluyan lecturas de contenidos fundamentales pero acompañado de socialización amena y contextualizada, además de ejemplos y ejercicios que nos permitan evaluar la comprensión de la temática por parte del aprendiz, de tal manera que haya satisfacción mutua al finalizar el espacio formativo que se ha desarrollado.
Igualmente he empleado ejercicios de dibujos o actividades de manualidad para representar un hecho esencial que sea muy importante resaltarlo en cada uno de los temas tratados o para reforzar un tema visto pero que se necesite seguir profundizando a medida que se va avanzando en el proceso formativo, de manera que se vaya llevando un proceso continuo que solidifique lo ya visto para seguir caminando con total claridad en ese ambiente de aprendizaje que se ha emprendido. En todo caso, la filosofía es algo que no finaliza y cuando el estudiante es inquieto por la asignatura también es importante debatir los distinto puntos de vista para que haya un aprendizaje mutuo en esa relación maestro alumno que se da durante cada clase, pues cada aporte del maestro y del estudiante tiene una razón de ser y también una verdad intrínseca que se necesita dialogar para sacarle el aprovechamiento necesario para fortalecer conocimientos y experiencias en los espacios de aprendizaje que se dan en la construcción del conocimiento.