Soy Ingeniero Civil, pero me encanta la docencia. Me es satisfactorio notar en la cara del alumnado, su interés y satisfacción a medida que va viendo su propia evolución en temáticas que hasta ese momento le parecían imposible de aprender o dominar. A pesar de la gran cantidad de opciones de acceso a la información a través de internet, la presencia del profesor en físico sigue siendo indispen...
Soy Ingeniero Civil, pero me encanta la docencia. Me es satisfactorio notar en la cara del alumnado, su interés y satisfacción a medida que va viendo su propia evolución en temáticas que hasta ese momento le parecían imposible de aprender o dominar. A pesar de la gran cantidad de opciones de acceso a la información a través de internet, la presencia del profesor en físico sigue siendo indispensable para corregir errores que el profesor virtual no puede, por razones obvias, detectar en cada uno de sus emisiones. dada la extrema, variada y amplia generalidad de su audiencia. Por muy avanzada que esté la tecnología de acceso a la información , saltar esos obstáculos particulares o individuales, sólo lo logra un profesor presencial, por aquellos de que cada cabeza es un mundo,
Estos medios masivos de enseñanza, por lo general, solo pueden ser aprovechados por, valga la redundancia, por los alumnos mas aprovechados, ya que omiten la gradualidad personal o particular del avance en la adquisición de los conocimientos recibidos.
Felizmente, para quienes nos gusta la docencia, estamos viendo como se están produciendo estos " retorno a clases", que no es otra cosa que la confirmación de lo indispensable e insustituible que es la presencia física del profesor frente a alumnado. Así que, luego de este mas de un año de ausencia del contacto alumno-docente, reiteramos nuestra satisfacción por notificaciones como esta, que reinvindica al docente como profesión y le devuelven su lugar como pilar de la formación de mejores seres humanos en toda sociedad.