A lo largo de mis más de 35 años de trabajo he ayudado a alumnos de todas las edades a obtener un nivel más robusto de inglés, pensando en cada uno como usuario potencial del idioma, más que como alumno de lenguas.

En cuanto a la forma cómo trabajo, puedo decir que diseño mis clases ofreciendo una primera opción de tarea que resolvemos conjuntamente mientras vemos un video, oímos un audio, analizamos una infografía o leemos un texto. Posteriormente, y basándome siempre en las necesidades, gustos o metas expresadas por mis alumnos, nos movemos hacia donde ellos necesiten dirigirse (fortalecer una habilidad por encima de las otras, desarrollar una competencia inexistente, etc.) usando en todo momento inglés para verbalmente alcanzar nuestra meta.

En aquellos casos en los que mis usuarios me lo han hecho saber, por ejemplo, si necesitan apoyarse en material escolar o institucional, los acomodamos de manera que siempre trabajemos en cada sesión al menos 2 de las 4 habilidades básicas que se requieren para dominar un idioma extranjero a cabalidad: Redacción, Lectura, Habla y Audición.

Tres aspectos importantes sobre la oferta de trabajo que ofrezco a mis usuarios, radican en que cuidamos aspectos como el desarrollo de la fluidez, la capacidad de generar una producción verbal improvisada (automática) y también de la comprensión auditiva suficiente para comprender, gradualmente, a los hablantes nativos del idioma.

Pero lo más importante es que trato de que ambos nos divirtamos mucho mientras trabajamos arduamente y en igual medida, con el fin de que te conviertas en un excelente usuario del inglés.