La enseñanza es considerada como el proceso de transmisión de una serie de conocimientos, técnicas, nórmas y habilidades. Está basada en diversos métodos que cada docente considera más adecuado o se siente más cómodo a la hora de desarrollarlo, pero yo personalmente creo que un idioma no es sólo el aprendizaje de la lengua parte desde ese interés genuino tal vez, pero es mucho más que eso.
Para poder disfrutar del aprendizaje hay que comprender un poco la idiosincracia del país, saber de historia, poder entender sus pasiones y sus debilidades. Comprendiendo todo esto, el estudio pasa a ser una pasión, como un devenir lógico y genuino que genera el interés de lo familiar, de lo conocido. Cuando logras despertar esa pasión en los alumnos, traspasar la llama. Es en ese momento que podes sentirte satisfecho con haber brindado todo de vos.
Si podes enseñar la lengua y quedarte con esa sensación de de satisfacción a medias o podes darlo todo y abrazar el placer que genera el disfrute de la enseñanza. Valorar al alumno/a es la mejor forma de enseñar, desde el respeto y la valoración positiva, todos ponen voluntad en aprender. Todo esto tambien implica acompañar a cada alumno en su propio viaje, en la individualidad de estos espacios sos mucho más que solo un docente.
La pandemia nos enseñó que somos también contención y escucha en algunos momentos, así como tambien pueden surgir más intereses dentro del espacio que se les ofrece para este crecimiento. Muchos no comprenden que no solo los chicos van transmutando en este camino de aprendizaje, y es importante comprenderlo para poder amoldar la enseñanza a esas curiosidades.