A todos nos ha ocurrido en alguna ocasión que, por más que pasamos horas y horas delante del libro o los apuntes, no conseguimos "retener" la información.
Esto se debe a que, el estudio y el rendimiento, no dependen solo del tiempo que dediquemos a leer y releer la materia sino a otros factores. Entre estos factores destacan las técnicas de estudio empleadas, si hemos seleccionado la más eficaz o no (echa un vistazo a mis posts sobre "Técnicas de estudio"). Pero también entran en juego otros elementos como la organización de nuestro escritorio, la luz, o la concentración.
Estos son los tips o consejos que voy a darte y que pueden ser la diferencia entre tener un 5 o sacar una buena nota con pequeños cambios:
1. ¡Fuera distracciones! Es fácil caer en la trampa de mirar Instagram un segundo y pasar diez o quince minutos viendo stories. Para evitar esto, lo mejor es que silencies el móvil o incluso lo pongas en modo avión o apagado. Ten un reloj a mano para no tener que recurrir a mirar la hora en el móvil y caer en la tentación de abrir alguna aplicación.
2. Mantén tu escritorio ordenado y despejado. Parece algo trivial pero mantener el espacio en el que estudias ordenado ayudará a mejorar tu concentración y te motivará a pasar las horas necesarias frente a los folios.
3. La luz es fundamental. Preferiblemente la luz natural y, en caso de ser necesario (por la hora del día o falta de luminosidad en la habitación) invierte en un buen flexo. Hay personas que prefieren luz cálida y otras que optan por la luz fría para iluminar el escritorio. Yo soy del segundo grupo y considero que cansa menos la vista.
4. Usa un cronómetro. Esto es útil para personas que preparan oposiciones u otro tipo de exámenes con tiempo limitado. Así podrás comprobar cuánto tardas en cantar un tema, en escribirlo o en completar cada carilla escrita.
5. Haz descansos. Recuerda: no por mucho estar sentado frente a los apuntes la información se queda en nuestra cabecita. ¡Descansa lo necesario!